"Si voy con dos amigas por la calle de noche, somos
tres mujeres que vamos solas. Sin embargo, si voy con un hombre, voy
acompañada."
REFLEXIÓN ANÓNIMA EN EL CANAL DE RAZVI (YOUTUBE).
GRRRL!:
Aquí me tenéis, con las bragas por los tobillos y dándome
un paseo por ese vasto territorio de internet que es el porno.
Hago clicks mientras me muerdo el labio, a la espera de
ver algún concepto tentador, si bien algo decepcionada ante el espectáculo que
desfila ante mí, ¡porque… joder! Los títulos de los vídeos suelen ser ofensivos
cuando menos: palabras como bitch, slut o whore campan sin pudor anunciando esos cortos, en general
surrealistas, que conforman el cine porno de baja estofa. Una pena, porque el
porno es al sexo lo que una peli de acción es a mi jornada laboral. A fin de
cuentas no dejan de ser historias
palomiteras, estúpidas, divertidas y absolutamente ficticias, fantasías
extrañas que están muy bien en el terreno del juego y vídeos a los que, si una
está vaga y no le apetece pensar o si simplemente le apetece que algo detone la
imaginación, puede recurrir. Pero es una pena sobre todo porque muchos jóvenes,
que no disfrutan de ninguna clase de educación sexual seria, recurren al porno
para descubrir cómo se folla, y eso, como didáctica del encuentro carnal, es
una puta estafa, es como si quisieras aprender física viendo Interestellar.
Bueno, bueno, sigo buscando… bitch drilled by three black cocks, horny schoolgirlz, milf
swallows horse cum… lo de siempre. Igual debería buscar alguna productora
de pago, porque los tubes son pura
mierda pixelada. Vamos a ver si hay alguna buena por ahí…
Francamente, me cuesta entender por qué aún para muchas
personas una mujer que disfruta del sexo es invariablemente una puta o, para
esos cerdos machistas que intentan darle una pátina de erudición a sus
prejuicios, ninfómana. Es triste, pero supongo que por eso las mujeres que
vemos porno para aderezar nuestras prácticas onanistas o hacemos una mamada hasta
el final solemos ser cuidadosas a la hora de a quién le contamos qué. Cada vez
menos, porque este terreno también lo vamos ganando. Sin embargo y a pesar de
lo cutre del panorama, agradezco el relativo anonimato de la red. Desde luego
que muchas cuelgan fotos desnudas por ahí, a pensar que probablemente un gordo
con la cara picada de acné, sin modales ni higiene conocidos, se esté dando sus
treinta segundos de placer al tiempo que babea sobre sus propios genitales
mientras las mira. Claro que ahí reside la belleza del asunto: el puto gordo da
exactamente igual. Ellas quieren verse guapas y sexuales, y eso no está nada mal.
Deberíamos tener vía libre para hacer exactamente lo que
nos dé la gana. Y, me cago en la puta pero, hay demasiada gente que siente la
acuciante necesidad de señalarte todo aquello que no puedes o no deberías
hacer, por ejemplo masturbarte o viajar sola, que eso no es de señoritas
decentes. Y ya no entremos en el terreno de la imaginación, que es casi peor lo
que piensas que lo que haces: ¿si me masturbo pensando en una violación –una
fantasía que por otra parte ya es un tópico–, quiere decir que quiero llevar
esa fantasía a la realidad? Pues hay gente que piensa que sí. Es como si me
llamaran asesina porque me gusta ver… yo qué sé… La matanza de Texas. ¡No abran
jamás un libro de Clive Barker, buenas gentes!
Gracias a Dios que hay mujeres que van con los pechos al
aire por la calle. Porque eso también es sexismo: ¿los tíos pueden ir con los
pezones cortando cristal a la vista de todos y nosotras no? Ridículo. De hecho,
y aunque no tiene nada que ver, echo de menos más sexualización masculina,
aunque… ¡Hombre, hablando del rey de Roma! Acabo de ver una productora que se
encarga de mostrarnos caras, angelicales unas o esculpidas otras, de macizorros,
cuerpos desnudos y musculados, jugueteando con sus herramientas, y menos mal,
porque en este mundo hay pollas preciosas, ¡como esa de ahí que me está
saludando!
En fin, creo que voy a empezar a ir con las tetas al aire,
que mi cuerpo es mío y es también mi herramienta para conseguir mis derechos,
lo mismito que mi mente, por más que digan los timoratos.
Aunque, claro, seguro que viene alguna de esas feministas
conservadoras, una de ésas que suelen mandarme a tomar por culo, para decirme
chorradas retrógradas como que estamos en guerra con los hombres –¡señor, sí,
señor!–, como que la prostitución es una jodienda impuesta –no digo que en
muchos casos no lo sea, ¡ojo!, lo que pasa es que las leyendas urbanas y los
estereotipos me los paso yo por el coño, y que conste que la esclavitud es una
mierda– o que si se te corren en la cara no estás disfrutando sino que te están
sometiendo. Ya, ya… el sexo es malo y toda esa mierda, sí. Personalmente creo
que si avanzamos en esto va a ser por el camino de la alianza –¡con los
hombres!– y de la libertad, y no por el de unos tabúes que nos han metido hasta
en la sopa. Si un hombre me considera un objeto sexual sin mi permiso la vamos
a tener, pero si soy yo la que está en un contexto en el que precisamente
quiero ser sexualizada, como cuando, por ejemplo, le voy a hacer una mamada a
mi novio con el excelso fin de que se corra en mi boca, ¿no debería sentirme
poderosa por hacer lo que me da la puta gana sin sentirme mal?
Y, sí, yo también soy feminista hasta la médula, pero a
mí “Cásate y sé sumisa” no me lo censuran, que yo sí que creo en la libertad de
expresión y en la fuerza de la mía. Hagan sus comentarios.
Y esto del sexismo me lleva a pensar… bueno, la verdad es
que me lleva a pensar mazo de cosas, pero una de ellas es todo ese rollo de
“van provocando” y esa cultura de mierda que trata de justificar los abusos:
“si van vestidas así, ¿qué quieren?”, ¡encima, la culpa de que me violen es
mía, no te jode! Pero bueno, en esta España nuestra, si te roban es culpa tuya,
que no ibas atento o tenías la cremallera de la mochila abierta… porque a los
ladrones también se les disculpa constantemente, si no, de qué la política.
Total, que no me estoy centrando nada….
Recuperemos la perspectiva: masturbación, no injusticia
social, masturbación, para eso me he bajado las bragas, ¿no? Al menos y que yo
sepa, no hace falta bajárselas para analizar la actualidad. No es incompatible
tampoco, pero, vaya, que no es condición sine
qua non y...
¡Coño, un video de lesbianas que parece bueno! Es
sorprendente, la mayoría son tan cutres que dan risa más que calientan, aunque
últimamente están mejorando: para empezar ponen a chicas que sí tienen química
y se gustan… Bueno, vamos a darle una oportunidad a estas dos morenazas…
¡Uhhh… que Dios bendiga a Enric Bernat!